Ventilando mi vida.
Cuando huele a cerrado y empiezas a hacer costra en aquel
sofá. Cuando sientes que las paredes, con sus típicos colores apagados se te
echan encima y que el invierno es mucho más frío que de costumbre. Llega
alguien que sustituye la figura del lobo feroz por la del valiente caballero
para caperucita. Que irrumpe en tu vida y decide levantar todas las persianas, abrir
puertas y ventanas para que te de el sol pero también la lluvia. Para que
empieces a sentir que estás viva después de demasiado tiempo en cuarentena. Y
decides agarrarte a ese soplo de aire fresco que revolvió todos los papeles que
tenías almacenados de mayor a menor fracaso con solo una decisión, la que hizo
que los colores de las paredes fuesen mucho más vivos y los adornos mucho más
brillantes. Pero sobre todo la que hizo que fueses más tú que nunca.
El invierno ya no es tan invierno desde que te calienta las
sábanas antes de dormir, ni desde que te abriga con su ropa cinco tallas más
grandes. Y llegó para quedarse. Un verano permanente en pleno diciembre. Trajo
consigo la primavera en sus ojos, las notas musicales de la canción más bonita en
su piel y una escala de grises cien veces mayor a la que yo tenía en mente. Yo,
que había estado empeñada en el blanco y negro, decidí tirarme de cabeza a los
intermedios por esa sonrisa que sigue sin ser mía, que sigo sin domesticar
aunque a veces me la dedique. Pero no solo fue eso, trajo consigo sus
mordiscos, sus bombones de chocolate blanco, sus complejos y seguridades, su
vino blanco y su compañía en esos atardeceres que te callan la boca en una
playa de Cádiz.
Y si tuviese opciones de ganar esta partida, haría un "all
in" por no volver a ver ni una lágrima en esas pestañas, por esos ojos que
son capaces de subir la marea sin necesidad de lunas. Confío. Confío en todas nuestras posibilidades, al igual que me
permito confiar en que con un poco de paciencia pintaremos arco iris cada seis
de junio, más altos que cualquier amanecer, con la paleta de grises que me regalaste
y con todos esos colores que trajiste ventilando mi vida.