No podías faltar aquí.

La metáfora de la media naranja comenzó a tener sentido hace quince años pero yo no lo sabía; no era consciente hasta que la naranja fue partida, quedando mi mitad separada de mí después de tantos años. Ilusa de mí que no lo descubrí hasta hace exactamente siete meses. Yo no sé si el dicho es aplicable a la amistad, pero creo que es en el único ámbito en el que puedes encontrarla y no cambiar de mitad nunca más.
No me di cuenta de su existencia hasta que dejé de pasar horas con ella y pasaron a separarnos nuestros respectivos sueños. No creía que existiese hasta que empecé a echarla de menos. Hasta que tu casa ya no era lo mismo sin sus visitas y tú ya no abrías su frigo. Pero no me ha dejado, no ha dejado de ser mi mitad ni lo dejará de ser, me juego una mano.
Sin embargo no todo es tan bonito, porque a penas hablas con ella, a penas la ves y aunque juntas sigáis siendo una, ahí está el tajo que os separa... Un tajo que se mide en muchos kilómetros.  Y a partir de ese momento sabes que todo ha cambiado, que no volverá a ser igual y que el miedo a perderla dejó de ser silencioso y pasó a cantar por soleares. Pero a pesar de todo nadie te va a quitar los momentos con ella, tanto los buenos como los malos porque juntas habéis crecido, habéis madurado, os habéis hecho fuertes y sois quienes sois a día de hoy. Nadie va a saber lo que os une porque nadie ha estado en vuestra situación, donde la relación no se basaba en palabras como suele ser, sino en hechos y en demostraciones a diario. Donde el hecho de soportaros ya lo hacíais vuestro. Donde no había gestos cariñosos pero tampoco los necesitabais porque ninguna ha sido nunca muy propasteles. Pero tampoco faltaron cuando eran necesarios. La verdad es que no sé el por qué de escribir en tercera persona si la historia es mía, pero no en solitario, sino con ella. Ya no quiero hablar de mi media naranja sino de mi hermana; de distinto padre y distinta madre pero hermana al fin y al cabo.

Y lo único que pido es que te cuiden, que nadie apague tu sonrisa y sobre todo que no te olvides de nuestro mundo, porque ya sabes que llevas tanto tiempo en mi vida que no recuerdo nada más.

Entradas populares de este blog

ODA AL SOFÁ.

A pesar de todo mi futuro está aquí.

Basado en hechos reales.