Entre mayo y tú.
La acera parece más estrecha de lo normal y la calle se le
hace demasiado larga, no ha sido un buen día y ella no sonríe, simplemente no
tiene por qué o por quién hacerlo. La chica de la maleta roja parece cargar con
el triple de su peso habitual y no lleva más cosas de lo normal, ahí fuera hace
ese calor agobiante que colorean sus mofletes. Demasiado bonita para ser tan
frágil, demasiado calor para un corazón que se ha hecho tan frío y demasiado
largo el camino para tan pocas fuerzas que le quedan.
Ella. Pequeña marioneta de sus propios sentimientos, siempre
derruidos por algún que otro egoísta que no le daba lo poco que pedía. De esas
personas que se les quiebra la voz en cada discusión y no puede expresar lo que
siente tras tanta caída. Que no es así, que así es como le han hecho ser,
porque todo el mundo se cansa de dar sin recibir. Por eso ahora piensa tanto en
qué regalar y cómo hacerlo. Nadie le dijo que iba a vivir tan segura dentro de
sus inseguridades, pero así fue. Retraída en sus pensamientos cada noche de
domingo con un par de lápices y su cuaderno de margaritas, saca todo lo que en
su día no consiguió decir, todos sus miedos, sus preocupaciones, sus días
buenos y la lista de todo el que le falló algún día. Lleno de tachones y
garabatos que únicamente ella entendería, siempre le dijeron ser algo rara,
pero eso no le preocupa o molesta porque ella ya lo sabe. Sabe que sus
pensamientos van más allá de un "me quiere, no me quiere" y que sus
razones nunca las entenderá nadie más que ella. Y su maleta roja ya no la lleva
cargada de ilusiones, sino de todo lo contrario. Lleva a medio llenar desde no
se sabe cuánto, porque solo ella conoce lo que necesita, pero se conforma con
lo que tiene y jamás exige algo que no puedan darle.
Ilusa ilusionada, volvió a creer que esa era la buena, que
había encontrado al fin un corazón que latía a su mismo ritmo. Pero volvió a
caer cuando uno de los dos perdió el compás y terminaron pisándose en cada
baile. Sabía que era complicado todo con lo que ella soñaba pero confiaba de
que en algún lugar estaría esa persona, y ahí es cuando vuelve a aparecer aquel
jodido "sigue buscando".
6 de junio. Todo eso cambió.