Todo lo que no sabes de ti

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Si tuvieras que elegir un estilo de música, probablemente sería una de las decisiones más difíciles de tu vida, porque no conozco a nadie a quien le guste más la música que a ti, formando parte de tu cuerpo. Si fueses un color serías el rojo, porque sé que te encanta cómo queda en mis labios, y en tu cara cuando te doy un beso con ellos pintados, y también sé cuanto odias que intente borrártelo con el pulgar. Si fueses una ciudad probablemente serías una de las grandes, de esas con luces en todas las calles, repletas de gente que parecen hormigas, porque te gusta estar acompañado en soledad.

Sé que para ti todo cobra importancia a la mínima, tienes cosquillas en cada vértice de tu cuerpo, adoras que te besen en el cuello pero detestas que alcen la voz al lado de tu oído, te gustan las cosquillas en el brazo mientras conduces pero no que te miren mientras lo haces. Al igual que conozco donde te gustaría viajar, que sobrevivirías a base de comida asiática pero no podrías vivir sin un buen cocido. Lo peormejor viene cuando empiezo a desconocer todo esto de ti, porque a partir de la tercera entrada que te dedico he sabido que todo va mal, o demasiado bien. Que has entrado en mi y pareces haber hecho la mudanza para mucho tiempo.

Y  veo tus ojos en cada copa de ron que me bebo, nunca el marrón había quedado tan bonito en unos ojos hasta que me miraste con toda tu vida marcada a fuego en ellos, y yo decidiendo quemarme por unos labios que no eran los míos, aunque tampoco tuyos hasta que comenzaste a querernos. Desde ese momento empecé a adorar el infierno de tu cuerpo y ese gran pentagrama que eres tú salpicado de lunares cambiando mi ritmo. Te has licenciado en el arte de sacar lo mejor de mí y has pasado con creces la prueba de los imposibles, haciendo posible lo que nadie había sido capaz de conseguir. Sacarme lo que me sobra escribiendo. Tienes el primer puesto en cuanto a meritocracia en lo de hacerme soñar despierta. Pero también has provocado innumerables dolores de mofletes. Todo sea por las risas. Si no dejas de explorarme posiblemente serás el primero en clavar la bandera con un "500milmillonesinfinitos" escrito a pintalabios russian red en lo alto de mi orgullo.

Existiendo millones de personas y yo que solo puedo escribirte a ti. A pesar de que siempre he sido de papel y lápiz desde ti prefiero escribir en cristales empañados por lo nuestro. 

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ODA AL SOFÁ.

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Suave, cálido, silencioso y sereno. Acunas sueños y pesadillas. Visionario de amor y cultura. Visionario de amor entre jóvenes que entrelazan sus manos mientras ven cine americano. Visionario de tradición entre ancianos solitarios entre los que sobran las palabras y las muestras de cariños se basan en un '¿Qué quieres para cenar?' Visionario de señoras que cabecean mientras hacen sopa de letras. Visionario de sueños. Como el fuego en tardes invernales y un helado en tardes de calor. Felicidad pura en cada siesta, donde su brazo queda grabado de sueños efímeros y manchas líquidas de profundidad. Necesario. Terminé una dura semana y hoy te llamo sofá, recuesta mis posaderas hasta que caiga la noche o hasta que mamá se ponga color bermellón, abrumada por mi capacidad de soñar. Compañero de mantas. Hogar conocido y desconocido para los que cubren sus salones con sillones. 
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A pesar de todo mi futuro está aquí.

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Cuando estás rodeada de gente pero te sientes sola y te acuerdas de casa. Esa casa que te vio crecer y de la que ahora estás tan lejos. Te acuerdas de tu familia y de las comidas de mamá. De las costumbres, de la poca agua que salía de tu ducha, del calor de tu cama y de los rituales que seguías con tus amigas... y lo extrañas, lo extrañas TODO. Aquí todo es rapidez, todo son prisas y yo con mi lentitud llegando siempre tarde pero llegando, paso a paso y cada vez más cerca de mi sueño. Echo de menos las peleas con mi hermana, las broncas de mi madre y las jodiendas de papá. Echo de menos las canciones de la abuela para dormir la siesta, ver a mi abuelo fumar, las comidas de los domingos, la herencia de la cuchara azul y el olor tan peculiar de casa de mi tía. Echo de menos a mi perra y sus bienvenidas a casa, agitando el rabo. Echo de menos mi sofá, mi manta, las tonterías de mi madre, las gilipolleces de mi hermana y las sardinetas de papá. Echo de menos llegar a casa y tener a quien
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Basado en hechos reales.

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Cuando piensas en 'piensa en dormir' es que todo va mal. Es porque tienes cosas más importantes en las que pensar pero esas cosas causarían un daño irreparable en ti si las meditas a altas horas de la madrugada. Y no quieres. No quieres pensar en ellas, no quieres pasarlo mal y sobre todo no quieres llorar a solas. Pero ahí están rompiéndote por dentro y no dejando salir tu habitual sonrisa. Y tan jodidamente enamorada te quedas con sus recuerdos por no poder quedarte con él. Ya no eres esa persona que me escuchaba, la persona que me miraba y no había nadie más. Ya no eres con quien quiero visitar el mundo o hacer de mi cama nuestro propio universo. Ya no eres esa persona que está, que quiere estar, porque no quieres. Y murió, murió lo de compartir sueños, lo de dedicarnos notas bonitas, lo de las sonrisas del alma estando serios, lo de los ataques de celos por miedo a perdernos, lo de los nervios antes de vernos, lo de los cheques canjeables por caricias, lo de arroparnos en
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